sábado, 12 de septiembre de 2009

152

quisimos fortalecer nuestros espíritus heridos
mientras llovía sin llover
yo solo quería
mirarte
y encontrar en tus ojos la paz que perdí

pero me choqué con un vacío más inmenso que mi soledad
estamos
las dos a la intemperie
y no somos más que
desiertos de sal
en este mundo incongruente
sanando nuestras almas entre tantas otras
que no se animan a escucharse
·

2 comentarios:

Condesa da Estálaleche dijo...

Cuesta mucho entender que no siempre vas a encontrar en la mirada de esa persona el refugio que se necesita y que una vez, quizás, fue.

Hoy creo que primero debe buscarse la paz en una para verla reflejada en la mirada del otro luego. Es mi manera de evitar darle la razón a Sabina cuando dice "Dormir contigo es estar solo dos veces, es la soledad al cuadrado".

Un gusto leerte.

Sofía dijo...

Claro que si Condesa. ¿Pero y si la paz no llega nunca? Ahi te la encargo ... je