miércoles, 1 de octubre de 2008

De gente que lo vale

"Paleta"

A la hora de la siesta, con el sabor de las tortas fritas en la memoria, las que amasaba mi padre, me descubrí detrás del vidrio en una lluviosa tarde como ésta, vistiendo un suéter rojo que picaba en la piel, también tenía una pollerita roja, porque era mi color preferido.

Ahora casi siempre me visto de negro, un luto impuesto, por eso me sorprendió cuando me miraste a los ojos y dijiste que me veías amarillo intenso y yo traté de explicarte que me sentía azul, pero insististe y en el fondo solo estabas buscando un paisaje donde encontrarnos y no lo pude ocultar a pesar del negro y del gris del cielo.

Te asombraste cuando te llamé y nos reunimos en el parque, saltando los charcos, buscando un banco debajo del ombú.

Te vi rojo y te transformaste en un bello violeta. Salió la luna, la vi blanca con pinceladas rosas y vos plateada. Se mezclaron los colores, y en esa noche fue desapareciendo el negro y al amanecer resurgió el amarillo y lo sentí intenso y tuve la certeza de que sería el complemento de tu violeta.

(Noemí Fernandez Cabanillas, del libro "Desnudos", compilación excelente encontrada de casualidad en una honorable librería de la Avenida de Mayo).

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