jueves, 12 de agosto de 2010

238

me dolés

me dolés vos

aunque no lo aúlle

aunque no lo grite

aunque no

siempre sos

la que duele la que espanta

la carne arrugada lastima y vos vos vos

mi aire tus manos que sangran y vos

vos con todas tus presencias
·

3 comentarios:

viviana dijo...

Hasta el título de tu lugar me conmueve. Hermoso el 238,volveré para leer más...

Distópica dijo...

Ains, cómo duelen las ausencias

Sofía dijo...

Viviana, ¡gracias! Y bienvenida cuando quieras.

Distópica, lo conflictivo viene cuando las que duelen son las presencias. Ahí se complica, che.

Saludos a las dos =)