jueves, 5 de noviembre de 2009

174

asesino los hábitos y las costumbres
asesino todo lo que se me imponga como ley
sin dejarme decidir
entre
tantas acciones involuntarias rodeándome
me ví mirándote con tanto
pero tanto amor
que
yo misma me repugné
quise
arrancarme los ojos con las manos
pero
no fue necesario
te encargaste de
ayudarme
apuñalaste
mis sentidos
suicidaste cualquier tacto
y ahora puedo
agradecerte:
me volví la mujer más insensible del mundo
·

2 comentarios:

campanilla dijo...

Hola!

muchas gracias por pasarte por mi Café. (existe, sabías?)
Tienes un rincón interesante, éste poema (comparto lo que piensas en él) me ha gustado especialmente.

Un saludo, y bienvenida siempre :)

Sofía dijo...

Uy, café cinema existe!
Me encantó .. veré si lo busco por ahí.
=)