viernes, 7 de noviembre de 2008

de la vida cotidiana

ponele que de un día para el otro te enterás de que ya son dos tus enfermedades crónicas. y que tenés que tomar pastillas, más, para todos los días de tu vida. ¿qué harías? y, ponele, te levantás a la mañana pensando: dos pastillas ahora, una al mediodía, una a la tarde, una a la noche. ponele, nomás, total, es un ejemplo. y entonces te das cuenta de que tu cabeza es como un torbellino, no, y que las certezas van desapareciendo, así, de la nada. y que ya no sabés qué te gusta y qué no, porque el deseo está presente en todos lados. claro, digo. total es un ejemplo. y que tenés que rendir un martes once y es viernes siete y no empezaste a leer. que estás medio bajón, pero nadie te cree ni te da bola, como el cuento de pedro y el lobo, ponele. acordate que es un ejemplo. y de repente vas al supermercado, porque cobraste, y pensás ¿ahora que compro? y no encontrás el maldito cartel "apto para diabéticos". y no tenés una lista de alimentos prohibidos en tu casa. y no sabés, porque internet abusa de información y te da miedo- y buscás la concentración, y no la encontrás, y no podés controlar la ansiedad, pero nada podés hacer para aplacarla.
ponele, nomás, y lee. total, esta vida es mía.

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